... y ahí estás, por fin sonriendo... distinta a cuando te dejé, a cuando el miedo llenó la boca de
agua, de mentas y chicles, pienso en el ojo que descanza bajo los dedos, una roca cae y cómo no ver esa risa exagerada finjida callendo del pelo... es así como descanzas en tu cama con uno que otro grado de alcohol a tus pies, guardando las paredes como boleto de micro valdiviana...
...es entonces cuando me dí cuenta que la risa se dibujaba sin lápiz.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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